Una amplia variedad de opciones

Cuando queremos llevar un estilo de vida y una alimentación saludables, hay pequeños cambios que generan grandes beneficios. Uno de estos cambios en nuestro día a día, puede ser el método de cocinado y preparación de nuestras comidas.

Vamos a ver los diferentes métodos de cocinado, cuáles con más o menos apropiados, tanto a nivel salud como para cada tipo de alimento.

Los métodos de cocción son una técnica culinaria con la que se modifican los alimentos crudos mediante la aplicación de calor para su consumo.

Hay muchos alimentos que necesitan una modificación química para hacerlos digestivos y también hay alimentos que se pueden consumir crudos, pero mediante la cocción podemos hacerlos más sabrosos y apetitosos, se modifica su aspecto y su textura, y su garantía sanitaria se ve aumentada porque la cocción destruye casi todos los microorganismos.

Podemos distinguir los métodos de cocción por el medio en el que se realiza: Cocción en medio aéreo o seco, cocción en medio acuoso, cocción en medio graso y cocción mixta o combinada (agua y grasa).

Cocción en medio aéreo:

Al horno (asar, a la sal, papillote, entre otros).

A la plancha.

A la parrilla.

A la brasa.

Gratinar.

Rustir.

Baño maría.

Al vacío.

Cocción en medio acuoso:

Hervir.

Blanquear o escaldar.

Escalfar o pochar.

Cocción al vapor.

Cocción en caldo blanco.

Cocción en medio graso:

Freír.

Rehogar y sofreír.

Saltear.

Dorar.

Cocción mixta o combinada:

Guisar.

Estofar.

Brasear.

¿Qué beneficios tiene cada método de cocinado?

Hervido: este es considerado como uno de los métodos más saludables a la hora de comer, además es muy fácil porque solo hace falta agua, un poco de sal y especias para darle sabor al alimento.

Lo importante de esta técnica es no pasarse con el tiempo o la temperatura, ya que se pueden estropear los alimentos.

Es por esto por lo que, a la hora de hacer uso de este tipo de técnicas culinarias, deberás añadir los alimentos justo cuando el agua haya soltado hervor y retirar los alimentos del fuego en cuanto estén cocinados.

Al vapor: la diferencia con el primero es que los alimentos no están en contacto directo con el agua. Normalmente, son separados por una base que sirve de soporte para colocar los alimentos. Con el vapor de esa agua se cocinan los alimentos a la perfección, permitiendo cocinar toda clase de alimentos.

Asado: será necesario disponer de una parrilla o en su defecto una sartén antiadherente, esta técnica es perfecta para vegetales o proteínas. Para mejorar el sabor de los alimentos se recomienda añadir hierbas aromáticas, especias o salsas.

Con el asado se garantiza reducir altamente las grasas que se consumen, pero se ha de vigilar la cocción de los alimentos para evitar que se pasen.

Horneado: es muy utilizado entre la gran mayoría de las personas que deciden comer saludable, además se utiliza sobre todo para postres o pizzas. Una de las grandes desventajas de esta técnica es que será necesario que dispongas de un horno, pero lo positivo es que podrás crear todo tipo de platos con ingredientes diferentes y apenas sin grasa.

Salteado:  en este se incluye un poco de aceite y es perfecto para cocinar vegetales. Si se optamos por esta técnica será importante mezclar con carne magra o vegetales en tiras, lo que aportará un mayor equilibrio al plato.